Resulta difícil hablar de ‘La piel que habito‘ sin desvelar su argumento, y, al mismo tiempo, necesario. Por eso, sólo diré que en el último trabajo de Pedro Almodóvar conviven un cirujano obsesionado con la piel (Antonio Banderas), una misteriosa mujer cautiva (Elena Anaya) y una venganza. Con estos elementos, Almodóvar construye una historia brillante, impactante, que juega a la mezcla de géneros y en el que no faltan los rasgos propios del cine almodovariano -exageración, sexo, color, planos rebuscados…-. ‘La piel que habito’ es, de hecho, una película que cautiva incluso a quienes rehuimos de nuestro Pedro más internacional, como hasta ahora era mi caso.
Desde su estreno en el festival de Cannes, ‘La piel que habito’ ha ido cosechando menciones en distintas partes del mundo. En Estados Unidos, por ejemplo, fue nominada al Globo de Oro a la mejor película en lengua no inglesa, y, en España, aspira a nada menos que 16 premios Goya. Desconozco si alguien la ha considerado ya el mejor filme de Pedro Almodóvar hasta la fecha, pero, en mi caso, es el título que me ha reconciliado con el realizador manchego.
El gusto por la exageración y la incorrección moral que siempre ha mostrado Almodóvar nunca me había convencido, pero en ‘La piel que habito’ adquiere una nueva dimensión. Esta historia de segundas pieles plantea infinidad de preguntas y nos hace cuestionarnos hasta qué punto la piel que habitamos es parte de nosotros.
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Antonio Banderas y Elena Anaya |
Pero más allá de su impacto filosófico, ‘La piel que habito’ es un magnífico puzzle cuyas piezas Almodóvar va encajando con maestría. Su estupendo manejo de la intriga supone una de las principales razones de que hoy quiera ver más cine suyo, y, también, uno de los motivos para no desvelar su trama.
Por otro lado, hay quien asegura que Pedro Almodóvar brilla como el más genial de los cineastas cuando sus historias las protagonizan mujeres. Aplicada esta teoría a ‘La piel que habito’, el cierto que el papel, y la interpretación, de Antonio Banderas como el doctor Ledgard son dignos de halagos, pero se quedan cortos al lado del personaje, y la actuación, de Elena Anaya.
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Antonio Banderas y Elena Anaya |
El resto de los personajes son más bien retazos de otros creados anteriormente en el universo Almodóvar, y me refiero, sobre todo, a Marilia (Marisa Paredes) y Zeca (Roberto Álamo). Son, por decirlo así, parte del sello personal del director.
La música de Alberto Iglesias y los escenarios de la acción, con esa solitaria mansión en medio de la nada, contribuyen a crear una atmósfera tan asfixiante e inquietante como la cruel venganza que se gesta en ‘La piel que habito’.
Nota: 8 / 10
Para recordar:
Las actuaciones de Elena Anaya, Blanca Suárez y Jan Cornet.
Que por fin una película de Pedro Almodóvar me haya animado a conocer mejor su filmografía.
Para olvidar:
La aparición de Zeca, y el enorme contraste que genera con el resto.
20 febrero, 2012 a las 10:40
No ha estado mal, y eso que en este caso, sea la película con más trasfondo filosófico, pero a la vez también la más “recta” en el sentido, de ser construir una película de género ”thriller” con toques de Almodóvar, más que puramente un “film Almodóvar”, y me ha gustado ese giro en su trabajo. Ha metido alguna situación de las suyas (el personaje de Zeca sobre para mi gusto), pero sobre todo Elena Anaya le hace sombra a los demás. Y me ha gustado la escena final que cierra de manera magistral la película.
Un detalle curioso: la cinta la vi justo este sábado 18/02/2012, antes de los Goya. En la parte del flashback, el personaje de Vera, escribe en la pared, justo esa fecha 18/02/2012 (la cinta fue rodada evidentemente antes…) y me metió un pequeño escalofrió….para que luego saliera un cartel que cierra el fin del flashback que ponga “Vuelta al presente”. Creo que era un claro guiño a la ceremonia de los Goya..
20 febrero, 2012 a las 11:57
No me había fijado, pues es un guiño interesante.
La describes muy bien cuando dices que más que una peli Almodóvar, es un thriller con toques Almodóvar, ¿será ésa la razón de que me haya gustado tanto -Pedro no es precisamente uno de mis directores preferidos-?
18 febrero, 2016 a las 01:03
Es cuestión de gusto y al tratarse de un director de renombre tiende a multiplicar los elogios, pero siendo verás a mi gusto personal el final destruyo a la película.
18 febrero, 2016 a las 01:04
Es cuestión de gusto y al tratarse de un director de renombre tiende a multiplicar los elogios, pero siendo verás a mi gusto personal el final destruyo a la película.