Si te dejas atrapar por el combate dialéctico entre los personajes de Zendaya y John David Washington, descubrirás que la propuesta es fascinante.
Cuando la propia cámara parece irse enamorando del personaje al mismo tiempo que lo hace la protagonista, podemos afirmar que estamos ante una gran película romántica.
En ‘Anna Karenina’, Joe Wright opta por una puesta en escena arriesgada que relega tramas y personajes a un segundo plano.
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